Tanto en las periferias de las ciudades como en el rural, cada vez se ven más casas prefabricadas. Efectivamente, este tipo de construcciones están de moda, pero a diferencia de lo que ocurre con otras modas pasajeras o puramente estilísticas, el hecho de que estén en voga se debe a sus ventajas. El hecho de que ya están prefabricadas ahorra tiempo y quebraderos de cabeza durante la construcción, y sus comodidades se hacen evidentes una vez empiezan a usarse.
Blancas, cúbicas y elegantes, estas viviendas que parecen sacadas de una película son una realidad para cada vez más personas que eligen esta opción para vivir. El primer punto positivo de esta elección es que sabemos a ciencia cierta cómo será el resultado final, por lo que no habrá sorpresas inesperadas durante ni después de la obra. Si decidimos construir una casa prefabricada con Hormipresa podremos consultar en su página web todas las posibilidades y modelos, dependiendo del tamaño, el precio o las necesidades que tengamos. Sea cual sea nuestro modelo, ahorraremos tiempo y dinero en comparación con las construcciones tradicionales, en la que suelen aparecer gastos imprevistos o plazos que se alargan. Esto no ocurre con las casas prefabricadas ya que, como su propio nombre indica, vienen hechas de fábrica.
Otro de los beneficios de estas modernas viviendas es que consumen menos energía que las demás. Esto es así porque llevan incorporados procedimientos de control de calidad mejores que los que se harían en una obra tradicional. El hecho de que sean producidas en cadena y desde hace ya tiempo, se traduce en un alto grado de perfeccionamiento y mejora constante. Empresas como Hormipresa cuentan con una gran oferta de casas prefabricadas de hormigón, todas con espacios diáfanos, una gran luminosidad y una arquitectura minimalista.
En cuanto a la arquitectura, todo está controlado por fuera, pero podemos jugar con el interior. Una casa prefabricada no significa en absoluto falta de personalidad o intimidad. Podemos escoger qué muebles se colocan en la morada y cómo se distribuyen, creando una decoración completamente personal. Se trata de aprovechar todas las funcionalidades que ofrecen estas construcciones sin renunciar a la sensación de hogar.
Para mucha gente, otro factor decisivo para decantarse por estos modelos es que son menos nocivos para el medioambiente, ya que hay menos residuos de obra. A menudo las largas obras tradicionales se alargan durante meses o incluso años dejando tras de sí un rastro de escombros, materiales y químicos que dañan el medioambiente. Por no hablar de la contaminación auditiva por culpa de los ruidos de la obra.
Que la obra dure menos se traduce por supuesto en menos costes para quienes están construyendo la casa, lo que sumado al ahorro de energía que vendrá después hace que estas viviendas sean más económicas. Viendo cómo está hoy en día el mercado inmobiliario no es de extrañar que se hayan puesto de moda las viviendas prefabricadas.