Todo empezó en el verano del año 2000. El presidente madridista Lorenzo Sanz convocaba elecciones anticipadas. Florentino Pérez, en aquel momento un desconocido para la afición, se presentaba por segunda vez a los comicios.

En una de sus comparecencias durante la campaña, anunció que si él resultaba elegido presidente, el entonces estrella del FC Barcelona, Luis Figo, jugaría para el club blanco. Era la “bomba” que necesitaba para ganar las elecciones y así fue. Con la presentación del portugués a cambio de entonces 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros) comenzaba la llamada época de “los galácticos”. La idea del Presidente siempre fue reunir a los mayores talentos del mundo con jóvenes canteranos y así formar un equipo para la historia.

Durante los veranos, la expectación que se levantaba con quién sería el fichaje estrella de Florentino cubría las portadas de los periódicos a diario. Y entonces en el verano de 2001 llegó al equipo la segunda super estrella, Zinedine Zidane. En aquella época se convirtió en el fichaje más caro del momento, abandonó la Juventus a cambio de 77 millones de euros. Todo se gestó en una cena. Florentino durante un momento le pasó a Zidane una servilleta en la que le preguntaba si quería jugar en el Madrid, suena a broma pero así se gestó el fichaje.

En su primer año como madridista ya pasaría a la historia del club blanco tras anotar en Glasgow el gol que significó la 9a. Copa de Europa para el club, con un golazo de volea que ya es pura historia del fútbol.

El tercer año tocó el turno de Ronaldo Luiz Nazario. El brasileño a punto se había quedado de retirarse del fútbol tras romperse el tendón rotuliano de la rodilla derecha en un partido de la Coppa Italia. Sin embargo, tras un año de arduo trabajo y una milagrosa recuperación, el entonces seleccionador brasileño Luis Felipe Scolari confío en él y lo llevó al Mundial de 2002, y no se equivocó. “El fenómeno” fue decisivo en la final ante Alemania anotando los dos goles de la final y dando la quinta estrella a su país.

Florentino sabía que Ronaldo no estaba cómodo en el Inter por las fricciones con el presidente Moratti y aprovechó la circunstancia para traer al equipo a su tercer “galáctico”. El debut de Ronaldo se produjo contra el Alavés en el Bernabéu y en el primer balón que tocó dio la razón a la apuesta por su fichaje marcando su primer gol con la camiseta blanca que remataría con otro tanto. En su primer año el Madrid se hizo con la Liga y Ronaldo logró en su segunda temporada el pichichi.

El último en incorporarse fue David Beckham tras un largo verano de culebrón en el cual el Barcelona y el Madrid se disputaron su fichaje. Finalmente Beckham acabó vistiendo de blanco y el Barcelona acabaría fichando a Ronaldinho Gaucho.

La era terminó en 2006 con la dimisión de Florentino tras tres años sin poder conquistar la Liga y la llegada a la presidencia de Martín Presas.

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