Esa es Cádiz, y si no la conocen, cuando preguntan por ella seguro que todos, con una sonrisa de satisfacción y algo pícara, les dirán que les va a encantar, seguro.

Actualmente cada vez se da más importancia a disfrutar del destino, que es la finalidad al fin y al cabo de un viaje. Esto que parece de Perogrullo no siempre es así. Hay quienes viajan para conocer algo concreto o asistir a algún evento, pero no disfrutan del lugar o por falta de tiempo o porque el destino no es el adecuado para ello. Aquí es todo lo contrario. Cádiz es para disfrutar y además tiene mucho que ver y descubrir. Es una provincia en la que se disfruta de algo más que su paisaje y su geografía, la familiaridad de los habitantes de una provincia bonita, cordial donde las haya, y aún por explorar y conocer, aunque no lo parezca. Si se remontan a su historia comprobarán que la fundaron los fenicios allá por el 1.100 a.C. y enseguida se volcaron en el comercio a través de un puerto que en la actualidad sigue activo y con una actividad que no ha cesado en estos tres milenios. Y es que tiene una larga historia en la que se suceden los hechos, las civilizaciones, las culturas, y todo ello han fraguado un carácter en sus gentes que les dota de una personalidad abierta como el mar que la rodea y de una libertad y respeto hacia la peculiaridad de cada uno fruto sin duda de la mezcla de culturas y que dio como resultado aquella primera Constitución de 1.812, denominada la de La Pepa por firmarse el día de San José.

En ella podrán vivir el Carnaval, disfrutar de sus playas y practicar los deportes náuticos de vela que las han hecho internacionalmente famosa; pero también podrán recorrer sus rutas, la del Toro, la de los pueblos Blancos, la del Legado Andalusí tan desconocido y donde dejaron huella y de gran valor artístico y cultural. No en vano durante ocho siglos hicieron de esta tierra la suya propia.

Dedicar una jornada a recorrer las huellas que dejaron en la casi totalidad de las poblaciones de la provincia es una sorpresa inesperada para todos los amantes de la historia. Descúbranlo porque también es Cádiz.

Y llegó el momento de elegir alojamiento en Cádiz porque en ocasiones estos viajes se ven lastrados por ellos, el precio se come una parte importante del presupuesto, el lugar no es el idóneo o porque cumplir con los horarios les obligan a adaptar sus actividades. Y esta provincia hay que vivirla en libertad. Por ello el alojamiento en Cádiz debería ser un apartamento, para disfrutar de total libertad y privacidad; un hotel, para disfrutar de la máxima comodidad que nos ofrece; o un aparthotel, para disfrutar de una mezcla de las ventajas de ambos tipos de alojamientos. Lo mejor es que entren en Expedia y elijan el suyo, un alojamiento para vivir una provincia con tres siglos.